Mary Paley Marshall #HistoriasEconómicas

Historias Económicas
4 min readAug 17, 2020

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*Por Lucas Sanchez

Mary Paley Marshall

Todos estamos de acuerdo en que en la Licenciatura en Economía solo leemos autores varones. Sin embargo, entre la teoría masculinizada se cuela la vida y obra de una mujer, totalmente invisibilizada.
Mary Paley (1850–1944) fue economista y una de las primeras mujeres en tomar el examen de acceso a la Universidad de Cambridge en 1874. Por su condición de género femenino jamás llegaría a obtener su título. En 1871 ganó una beca para ingresar en el recién fundado Newnham College de Cambridge, donde comenzó a dar clases de economía en 1875. Un año más tarde, se casó con quien había sido su tutor de economía, el famoso Alfred Marshall.

Marshall, quien en un en un principio, no estaba a favor de excluir a las mujeres de las universidades, se convirtió en un militante muy activo en la obstrucción del acceso de las mujeres a la ciencia luego de la publicación de un libro en conjunto con su esposa.

La historia sobre la colaboración de ambos en el libro The Economics of Industry es bastante particular. En el año 1875 Mary se encargó de unas clases magistrales de economía y se ofreció a confeccionar un manual para los alumnos de su curso. Al año siguiente, una vez casados, Alfred comenzó a ayudarla cada vez más con la elaboración de dicho libro, publicado finalmente en 1879 y con la autoría compartida. Mary contribuyó intensamente como autora en los primeros capítulos y en los últimos. El libro generó diversas controversias y disputas, principalmente en lo referido a la explicación que daba sobre la teoría del valor. Alfred se mostró disgustado por la recepción que tuvo la obra y cuando en 1890 publicó Principles of Economics (Los Principios), Marshall sostuvo que no era conveniente mantener en circulación ambos libros, en un intento de socavar las críticas recibidas. Alfred fue más allá de la intención de dejar de publicar The Economics of Industry, procuró suprimirlo de la circulación. No obstante, la existencia de tres ejemplares de la obra escrita por ambos, en la biblioteca del Newnham College nos da un indicio acerca de que Mary podría haber estado en desacuerdo sobre su decisión.

Mary se dedicó totalmente a su esposo y colaboró el resto de su vida con su obra. Durante los años del matrimonio en Cambridge, asistió el trabajo de Alfred como secretaria, correctora y ayudante de investigación en sus libros. Se sospecha que Alfred utilizaba a Mary como principal consultora sobre su trabajo escrito y fue así como pasó a ser la anfitriona perfecta en las reuniones que Alfred organizaba en su casa con personalidades del mundo de la política y la economía. En la actualidad, nadie sabe con certeza cuánto aportó cada uno de ellos a Los Principios pero dicho esto, y conociendo la historia, quizás el texto oculte entre sus páginas el trabajo académico de Mary, absolutamente invisibilizada.

Mary Paley Marshall fue una mujer de vanguardia para su época, y no solo por su dedicación académica, también participaba activamente en organizaciones de la sociedad civil. Fue una de las once fundadoras de la “Ladies’ Dining Society”; miembro de la Ethical Society y la Charing Organization Society y por si esto fuera poco, integró el grupo fundador de la British Economic Association (más tarde conocida como la Royal Economic Society), donde publicó reseñas sobre economía laboral y las condiciones de vida de las mujeres trabajadoras en el Economic Journal.

Entre 1896 y 1897 se elevó una propuesta en el claustro universitario mediante la cual se otorgaría el nivel de grado superior también a las mujeres universitarias. Para ellas solamente era posible acceder a grados medios o diplomaturas pero no al nivel de licenciadas, nivel reservado únicamente para hombres. Esta propuesta despertó una resonante lucha en defensa del acceso de las mujeres a la vida y el reconocimiento académico. Para aquel entonces, Alfred Marshall, contrario a sus posturas anteriores, se ubicó en el bando que rechazaba la propuesta.

Tras la muerte de Marshall, en 1924, Mary dedicó el resto de sus años a luchar en favor de las oportunidades educativas para las mujeres en los niveles de educación superior. Día tras día, en la Marshall Library, Mary atendió a todos los alumnos por igual y sin distinción de sexo, contribuyendo a una mayor profesionalización y estandarización de las tareas de investigación.

Reconocer y difundir el trabajo de mujeres economistas como Mary Paley es lo mínimo que podemos hacer para poner a la ciencia económica a la altura de las circunstancias.

Las memorias de Mary Paley fueron publicadas en el libro “What I Remember” en 1947.

Fernando Méndez Ibisate publicó un ensayo sobre ella aquí.

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